Los investigadores del McLean Hospital, un centro psiquiátrico de Belmont (Estados
Unidos), han comprobado que el uso recreativo de la marihuana afecta la capacidad
de conducir incluso cuando los usuarios no están intoxicados.
El estudio, realizado mediante simulación de conducción, concluye que el uso
crónico, intenso y recreativo de la marihuana se asocia con un peor rendimiento al
volante en conductores no intoxicados en comparación con los participantes de
control sanos que no la consumen.
La investigación, realizada por Mary Kathryn Dahlgren y Staci Gruber, del McLean
Hospital y su equipo del Centro de Neuroimagen Cognitiva y Clínica y el Programa
Investigaciones sobre la Marihuana para el Descubrimiento Neurocientífico (MIND,
por sus siglas en inglés), ha encontrado además que el uso recreativo del cannabis
afecta la capacidad de conducción incluso cuando los usuarios no están intoxicados
por la marihuana.
Publicado en la revista ‘Drug and Alcohol Dependence’, el estudio ha comprobado
que, además de que el uso crónico, intenso y recreativo de cannabis se asocia con un
rendimiento de conducción más pobre en personas no intoxicadas a los no usuarios,
los investigadores vincularon el inicio temprano del consumo de marihuana (menores
de 16 años) con un peor rendimiento.
Si bien varios estudios han examinado el efecto directo de la intoxicación por
cannabis en la conducción, ningún otro estudio hasta ahora había examinado los
efectos en usuarios de marihuana que no está bajo los efectos de la droga.
Los investigadores utilizaron un simulador de conducción personalizado para
evaluar el impacto potencial del consumo de cannabis en el rendimiento al volante. En
el momento del estudio, los usuarios de marihuana no habían consumido durante al
menos 12 horas y no estaban intoxicados.
En general, los grandes consumidores de marihuana demostraron un peor
rendimiento de conducción en comparación con los no usuarios. Por ejemplo, en el
ejercicio de conducción simulada, los usuarios de marihuana atropellan a más
peatones, exceden el límite de velocidad con mayor frecuencia, hacen menos paradas
en los semáforos en rojo y pisan más las líneas centrales de la calzada.
Gruber, uno de los principales expertos mundiales en los efectos cognitivos de la
marihuana señala que la idea de que se pueden detectar diferencias en los
consumidores de cannabis sobrios puede sorprender al público.
«Las personas que consumen cannabis no necesariamente asumen que pueden
conducir de manera diferente incluso cuando no están drogados –alerta–. No
estamos sugiriendo que todos los que usan cannabis demuestren problemas al
volante, pero es interesante que en una muestra de participantes no intoxicados
todavía hay diferencias en aquellos que lo consumen en comparación con aquellos
que no lo hacen».
Cuando los investigadores dividieron a los usuarios de marihuana en grupos según
el momento en que comenzaron a consumirla, se detectó una discapacidad
importante en la conducción y se destacó claramente a aquellos que comenzaron a
usarla regularmente antes de los 16 años.
«No nos sorprendió que las diferencias de rendimiento en el simulador de
conducción se vieran principalmente en el grupo de inicio temprano –apunta
Dahlgren–. La investigación ha demostrado consistentemente que el uso temprano de
sustancias, incluido el uso de cannabis, se asocia con un peor rendimiento cognitivo».
«Lo interesante fue que cuando examinamos la impulsividad en nuestros análisis —
añade–, la mayoría de las diferencias que vimos entre los consumidores de cannabis
y los controles saludables desaparecieron, lo que sugiere que la impulsividad puede
desempeñar un papel en las diferencias de rendimiento».
Los estados norteamericanos donde se ha legalizado la marihuana han visto una
creciente preocupación pública de que más personas conducirán en estado de
ebriedad. Pero dado que los problemas de rendimiento pueden ocurrir incluso en
personas que no están intoxicadas, Gruber alerta de que el público necesita repensar
las formas en que entiende el deterioro.
«Ha habido mucho interés en cómo podemos identificar de manera más fácil y
precisa la intoxicación por cannabis en la carretera, pero la verdad es que es
fundamental evaluar el deterioro, independientemente de la fuente o la causa», señala.
«Es importante tener en cuenta que tanto si alguien está intoxicado de manera
aguda como es un gran consumidor de cannabis recreativo que no está intoxicado
puede haber un impacto en la conducción, pero ciertamente no todos demuestran una
discapacidad simplemente como una función de exposición al cannabis –explica–. Es
especialmente importante tener en cuenta esto dado el número creciente de
pacientes con cannabis medicinal que dieren de los usuarios recreativos con
respecto a la elección del producto y el objetivo de uso».