Escocia ha sido el primer país del mundo que impone un Precio Mínimo Unitario para las bebidas alcohólicas.
Ha ganado la batalla judicial a la oposición de la Asociación Escocesa del Whisky iniciada en 2015.
Una medida global cuyo objetivo es desincentivar el alto consumo de alcohol que causa miles de muertes al año y eleva la delincuencia. La Ley, aprobada por unanimidad en el 2012, entra en vigor este martes para elevar el precio de la cerveza, la sidra y los licores más baratos, que se venden en supermercados y tiendas autorizadas conocidas como ‘off licence’ (sin licencia).
En la práctica supondrá que el precio de la botella más barata de vino tinto sea de casi 5 libras (5,70 euros) y que una botella de whisky no se pueda vender por menos de 14 libras (15,90 euros).
Más enlaces con información de interés:
Información sobre los precios del alcohol en otros países: